Criptosporidiosis – lagartos y serpientes

Es una enfermedad parasitaria causada por un parásito del género Cryptosporidium que puede infectar el estómago y el intestino delgado de los reptiles. Estos parásitos pueden infectar a muchas especies diferentes de reptiles, como lagartos, serpientes, tortugas y galápagos.

Aquí hablaremos de Cryptosporidium en serpientes y lagartos.

Los síntomas típicos de la enfermedad varían en función del tipo de parásito que infecta a la serpiente o al lagarto y de los distintos órganos infectados. Las dos zonas principales que infectan estos parásitos son el estómago y el intestino delgado. Cuando el estómago se infecta, aparecen síntomas como vómitos, pérdida de peso y un abultamiento notable en el abdomen. Cuando el intestino delgado se infecta, puede aparecer diarrea, pérdida de peso y crecimiento deficiente en el animal.

El parásito parece causar una enfermedad progresiva muy contagiosa (una infección lenta que empeora progresivamente) en serpientes y lagartos que es difícil de tratar.

Cryptosporidium se propaga a través de las heces, y la forma de ooquiste puede sobrevivir durante varios años. Sólo el vapor a alta temperatura y algunos desinfectantes pueden matar los ooquistes. Si otro reptil ingiere los ooquistes, el intestino delgado del animal, que es el lugar más importante para absorber los nutrientes de los alimentos, se infecta. Cuando Cryptosporidium infecta las células del estómago o del intestino delgado, éstas se hinchan. La inflamación de las células reduce en gran medida la capacidad del estómago y el intestino delgado para digerir los alimentos, por lo que el animal pierde peso gradualmente. Esta hinchazón suele observarse en la zona del estómago de la serpiente.

Serpientes y lagartos que viven en condiciones de alojamiento inhóspitas, como escalas de temperatura inadecuadas, hacinamiento, saneamiento deficiente (acumulación fecal, acumulación de alimentos y otros desechos en las jaulas, transferencia de desechos y sustancias contaminadas), animales nuevos que se saltan la cuarentena o el tiempo de cuarentena no es lo suficientemente largo, con lo que los animales nuevos tienen más probabilidades de portar ooquistes de Cryptosporidium y propagar la criptosporidiosis en sus cuerpos y espacios vitales.

Dada la gran variedad de reptiles diagnosticados de criptosporidiosis, casi cualquier tipo de serpiente o lagarto podría estar infectado. En cuanto a la criptosporidiosis de los reptiles, se desconoce la susceptibilidad por edad y sexo.

Prevención

Nuestro objetivo es aislar estrictamente a los animales seropositivos a la criptosporidiosis, ya que es muy contagiosa y difícil de tratar y aún más de esterilizar.

Cuarentena

Todas las serpientes y lagartos que lleguen deben ponerse en cuarentena para evitar la introducción de Cryptosporidium. Su veterinario le indicará cuándo y qué pruebas de cribado debe realizar; es importante seguir estas recomendaciones. En general, los reptiles nuevos están sanos, con buen apetito, estables o ganando peso y sin enfermedades infecciosas comunes detectables antes de ser liberados de la cuarentena o el aislamiento. Los gecos necesitan mantenerse en buen estado de salud durante un mes, las serpientes tres meses.

Aislamiento

Los reptiles infectados deben ponerse en cuarentena. Esto ayuda a prevenir una mayor propagación de la enfermedad y puede liberarles del estrés de la intensa competencia con sus compañeros de jaula. Si se confirma la infección, todos los reptiles de la jaula o cualquier otro reptil que pueda haber estado directa o indirectamente expuesto a la enfermedad deben ser puestos en cuarentena.

Saneamiento e higiene adecuados

El cuidado de un reptil infestado y de su jaula sólo debe iniciarse después de haber completado todos los demás cuidados del reptil. Use guantes para cuidar a los animales, quítese los guantes después de cada cuidado y lávese y desinféctese bien las manos.

Pronóstico

Por desgracia, la criptosporidiosis no es una enfermedad directamente tratable y muchos casos son incurables. Si un reptil no gana peso, aumenta su actividad y se muestra dispuesto a alimentarse en las tres semanas siguientes al tratamiento, su pronóstico es malo. Cuanta más información facilite a su veterinario, más probabilidades tendrá de ayudar a mejorar las posibilidades de supervivencia de su reptil.